Tomarnos el tiempo para soñar cual va a ser el mundo que queremos”

La Mesa Representativa del PIT-CNT convocó a un paro general de mujeres durante 24hs para el próximo 8 de marzo, bajo la consigna “Feminismo de clase, antirracista y anticapitalista».

Hablamos con Tamara García, militante sindical, feminista y secretaria de Género y Feminismos de FUECYS (Federación Uruguaya de Empleados del Comercio y Servicios). Para contextualizar como logran llegar a esta convocatoria desde el movimiento sindical y conseguir una masa que viene hace tiempo revisando sus formas.

Tamara García
Foto: Victoria Castillo

¿Cuál fue el proceso y la articulación desde la Mesa Representativa para concretar el paro general de Mujeres?

El Paro Internacional de Mujeres, es una reivindicación principalmente «latinoamericana» de las feministas latinoamericanas. Tiene 7 años, empezamos a discutirlo a finales de 2016, para potenciar en el 2017. La reivindicación nace hacia el PIT- CNT, desde las compañeras sindicalistas y feministas, pero también de muchas compañeras feministas que no integran el movimiento sindical. Con las contradicciones que tuvimos en la interna, las discusiones, y las tensiones que obviamente se generaron todos estos años. Logramos que el movimiento sindical que no está ajeno a la sociedad que vivimos (también por esto es que nos embanderamos las feministas sindicalistas a reivindicar esto) manifieste que dentro de la clase trabajadora hay una opresión, que también hay situaciones de acoso y violencia; y que es necesario que la organización sindical empiece a visibilizar estos problemas y a trascenderles. Si bien logramos que el PIT-CNT declare un paro solo de mujeres, sabemos que en su carácter de convención los sindicatos y las federaciones tienen la posibilidad de releer la medida, o de adaptarla como consideren.

La idea del paro general de mujeres llevó muchísimos diálogos, con las compañeras de la secretaria se generó diversidad, con un montón de gremios que ya venían trabajando a la interna el paro de mujeres para entender cuál era la señal política que se estaba dando. Entender también que este proceso no termina ahora. Ahora estamos en la cresta de la ola con mucha emocionalidad con muchísima militancia, preparando un 8 de marzo. Sabiendo que el 9 de marzo no se acaba la discusión. Y vamos a seguir interpelando dentro del movimiento sindical por lo que tiene que ver con mayor cantidad de compañeras en los lugares de representación, en los lugares de dirección en las dirigencias, en las mesas de negociación colectiva que incluya a todas las personas, analizamos la realidad en la que vivimos y como pensamos en las formas de lucha desde una perspectiva interseccional que integra un montón de otras desigualdades que están obviamente atravesadas en la clase trabajadora.

¿Por qué un paro de mujeres y no de mujeres y disidencias?

El por qué NO, no existe.

Por una cuestión comunicacional, por los desafíos que tenemos dentro del movimiento sindical, tuvimos que plantearlo de esta manera, pero de ninguna manera se excluye a las disidencias sexo genéricas. Hay muchos gremios que vienen reflexionando en la interna, y planteando acciones para incluir a las disidencias. Lo que sí está claro, es que las compañeras feministas que estamos impulsando el paro de mujeres no lo estamos impulsando así por una cuestión de excluir. Esta es una discusión y que a nivel comunicativo lo simplificamos de esta manera. Entendiendo que hemos sido históricamente invisibilizadas, entonces muchas veces la palabra mujer tiene un peso en sí mismo. Pero también entendemos que las disidencias han sido invisibilizadas, estigmatizadas, violentadas y criminalizadas. Entonces quiero reafirmar que no hay un NO, que pienso en el desafío que tenemos muchas organizaciones sindicales que venimos avanzando, entendiendo que el paro puede ser de mujeres y disidencias.

¿Cómo vienen trabajando la plataforma política para este 8M en los sindicatos?

A nivel del PIT-CNT, la secretaria de Género que viene trabajando, ya sacó su consigna y trabaja una proclama. Cada gremio tiene sus desafíos a la interna, con consignas propias. Es una dinámica bien compleja, porque muchas veces las que militamos feminismos dentro del movimiento sindical lo hacemos en otros espacios, entonces vamos intentando manejar los tiempos, en base a las posibilidades que tenemos. Lo que sí está claro, es que más allá del 8 de marzo y el paro de mujeres que es un día en particular, pero toda la plataforma que trabajamos es cotidiana. Las cláusulas de género que trabajamos para la negociación colectiva en clave de disminuir brecha la salarial, la división sexual del trabajo cuando hablamos de seguridad social desde una perspectiva de género, viendo quienes específicamente afecta más esta reforma. Hay un montón de temas que nos transversalizan y que nosotras lo que hacemos también es ponerle la lupa de una manera diferente. Esa lupa que históricamente no se veía o se ignoraba.

Los feminismos sindicales traen las reivindicaciones antirracistas y anticapitalistas. En este sentido ¿cuál es el trabajo diario que se realiza?

Las feministas dentro del movimiento sindical no somos tantas y las que entendemos además la perspectiva interseccional de la lucha, que vemos que es por ahí, también somos bastante pocas. La secretaria de Género del PIT-CNT hace una declaración contundente y marca cual es el camino a seguir. Hoy logramos el paro de mujeres, pero no así en todos los gremios, nos queda un desafío para adelante. Pero además el 9 de marzo vamos a tener que seguir planteando cosas. El 8 de marzo es cuando tenemos la voz, o la visibilidad para poder hacer nuestros planteos y marcar también cuáles son nuestras metas.

Creo que el movimiento sindical al respecto de reivindicaciones antirracistas viene muy atrás, ha intentado apoyar y acompañar a otras organizaciones y colectivos. Se ha tratado también de sostener con el intercambio con otras organizaciones pero nos falta un montón. De hecho las poblaciones racializadas de nuestro país, siguen estando sumamente subrepresentadas, al igual que las mujeres, al igual que las juventudes o sea que todavía nos queda muchísimo, más allá de lo que se ha hecho cual es el camino que queremos seguir, va en este sentido.

Con respecto al anticapitalismo que género un montón de polémica en todos lados, más allá de que el movimiento sindical es diverso, plural, tiene independencia de clase. Ha mostrado y se ha manifestado en muchos congresos, declaraciones y actos su carácter en contra de un sistema que es desigual, en contra de las desigualdades. El capitalismo sin lugar a dudas, es un sistema extremadamente desigual. Se basa en la acumulación de la riqueza, y tenemos ahí que pensar y tomarnos el tiempo para soñar cual va a ser el mundo que queremos. Esto, así como está, es insostenible. Este sistema desigual, este sistema patriarcal, racista y misógino tiene que cambiar. Entonces creo que esta declaración en sí misma, la potencia que tiene, es de permitirnos poder declarar lo que queremos ser y cómo hacerlo.

Los 8 de marzo son un día al año, pero la tarea que hacemos es cotidiana, las discusiones que damos también son cotidianas. Y lo interesante es que es ese día que nos podemos permitir marcar agendas diferentes y cuestionarnos las contradicciones que tenemos en la interna y en la sociedad en general. Ver como seguimos laburando el 9 de marzo.


La secretaria del PIT-CNT viene trabajando en el congreso del pueblo, donde veo una oportunidad para encontrarnos con compañeros y compañeras que militan en una diversidad de espacios y que nos va a permitir cuestionar más cuáles son nuestras agendas. Cuáles son nuestros marcos de reivindicaciones, nuestras alianzas y ver como también nuestro movimiento sindical puede para adelante imaginarse de otra manera.

Las formas de militancia son necesarias que cambien. Porque el mundo ha cambiado las formas as organizativas también y la unidad del campo popular tiene que cambiar radicalmente. Tenemos que poder tener el tiempo para saber qué es lo que queremos. Soñar nuevas utopías y no olvidarnos de las personas que constantemente son más golpeadas en esta sociedad es como realmente el mayor desafío que tenemos en este momento. Resistir a un gobierno atroz que viene con recortes por todos lados para nosotras, no para los poderosos. Además de eso, tenemos que repensarnos un montón y ver cómo es que queremos hacer las cosas.
Ahí las feministas vamos a tener un rol fundamental con las compañeras afro y las disidencias sexo genéricas también, las compañeras con discapacidad también. Que la diversidad real de la sociedad se plasme en el congreso del pueblo y en todas las instancias que tengamos. Esta declaración es bien interesante y bien potente.